PRINCIPALES TIPOS DE ESTROFAS

Los principales tipos de estrofas de la poesía española son los siguientes (la rima va señalada con letras mayúsculas si el verso es de arte mayor y con letra minúscula si el verso es de arte menor):

Pareado: Estrofa de dos versos, de arte mayor o menor, que riman entre sí, con rima consonante, normalmente (AA, aa). Los versos no tienen porqué tener el mismo número de sílabas. Utilizado especialmente en refranes y sentencias. 

La primavera ha venido.
Nadie sabe como ha sido.

                                 (Anónimo)

Terceto: Combinación de tres versos endecasílabos. Rima el primero con tercero y queda suelto el segundo (ABA). Se suele presentar en series en las que el segundo verso rima con el primero y tercero del terceto siguiente, y así sucesivamente (ABA-BCB-CDC-DCD). En este caso, se denomina terceto encadenado. Su procedencia es de Italia, y apareció en la poesía española en el Renacimiento.

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

                                               (Miguel Hernández)


Tercetilla: Es un terceto con versos de arte menor. Si la rima es asonante se llama Soleá.

Muerto se quedó en la calle
con un puñal en el pecho.
No lo conocía nadie.

                                    (Federico García Lorca)


Cuarteto: Son cuatro versos endecasílabos, con rima consonante. Su esquema es ABBA. 

Pensando que el camino iba derecho, 
vine a parar en tanta desventura, 
que imaginar no puedo, aun con locura,  
algo de que esté un rato satisfecho. 

                                           (Garcilaso de la Vega)


Redondilla: Son cuatro versos octosílabos consonantes, con esquema igual al cuarteto.

Ahorcado un delincuente
le decía a su mujer:
"Todavía puede ser
que la soga se reviente"                             

                              (Anónimo)


Serventesio: Cuatro versos endecasílabos consonantes, con el esquema ABAB. Es una variante del cuarteto, de la misma época que él.

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro
y a veces lloro sin querer...

                                        (Rubén Darío)


Cuarteta: Cuatro versos octosílabos consonantes que riman abab.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
mil veces ciento, mil;
mil veces mil, un millón.

                                 (Antonio Machado)


Copla: Estrofa de cuatro versos de arte menor (normalmente octosílabos), con rima asonante en los versos pares. Los impares quedan sueltos. 

Pensando en que me dejaste,
lloro tanto y tan de veras,
que la gente de mi casa
se imagina que hay goteras.

                                   (Anónimo)


Seguidilla: Estrofa de cuatro versos, dos heptasílabos (primero y tercero) y dos pentasílabos (segundo y cuarto), que riman alternos. Riman (en consonante o asonante) los versos pares (-a -a). 

Préstame tus ojuelos
por esta noche,
que con ellos quiero
matar un hombre.

                         (Anónimo)

A veces, la seguidilla va seguida de tres versos más: el 1º y 3º pentasílabos asonantes, y el 2º heptasílabo suelto. A estos tres versos se les llama bordón, y al conjunto estrófico se le llama seguidilla con bordón.

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

(Miguel Hernández)


Cuaderna Vía: Son estrofas de cuatro versos alejandrinos que riman en consonante (AAAA), utilizado principalmente por los poetas cultos del Mester de Clerecía en los siglos XIII y XIV. También se puede llamar Tetrástrofo Monorrimo.

La Virgen glorïosa, estrella de la mar,
sabe a sus amigos gualardón bueno dar:
bien sabe a los buenos el bien gualardonar,
a los que la dessierven sábelos mal curar.

                                            (Gonzalo de Berceo)

Quinteto: Cinco versos de arte mayor consonantes, rimando a gusto del poeta, con las siguientes limitaciones.
• No puede quedar ningún verso suelto.
• No pueden rimar más de dos versos seguidos.
• Los dos últimos versos no pueden formar un pareado.

Sólo la edad me explica con certeza
por qué un alma constante, cual la mía,
escuchando una idéntica armonía,
de lo mismo que hoy saca tristeza
sacaba en otro tiempo la alegría.

                                       (Ramón de Campoamor)


Quintilla: Es un quinteto de arte menor.

¿Qué importa que no los quieran
a los que saben amar,
y amando se saben dar,
y dándose nada esperan
porque amar no es esperar?

                                  (Jesús María Bustelo Acevedo)


Lira: Compuesta por cinco versos: 1º, 3º y 4º heptasílabos, 2º y 5º endecasílabos, rimando 1º con 3º y 2º con 4º y 5º (7a-11B-7a-7b-11B). Es de origen italiano; su nombre lo recibe del comienzo de la canción quinta de Garcilaso de la Vega "A la flor de Gnido". Fue muy utilizada en el Renacimiento.

Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en su momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento...

                                        (Garcilaso de la Vega)


Copla de pie quebrado: Compuesta por seis versos de arte menor, con rima consonante. Su disposición es la siguiente:: 8a-8b-4c-8a-8b-4c. Se le llama pie quebrado al verso de cuatro sílabas. Este tipo de estrofa fue muy utilizada por Jorge Manrique (siglo XV), por lo que también es conocida como copla manriqueña. También puede recibir el nombre de sextilla.

¿Qué se hizieron las damas,
sus tocados, sus vestidos,
sus olores?.
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?.

                              (Jorge Manrique)


Sexteto-lira: También puede llamarse sexteto alirado, o lira de seis versos. Su disposición es 7a-11B-7a-11B-7c-11C.

Suena tu blanda lira,
Aristo, de las Ninfas tan amada,
cuando Filis suspira,
y en la grata armonía embelesada
la tropa de pastores
escucha los suavísimos amores.

                                          (José Marchena)


Octava Real: Formada por ocho versos endecasílabos, con rima alterna los seis primeros, y los dos últimos formando un pareado (ABABABCC). Su origen es italiano, y llego a nuestra literatura en el siglo XVI. También puede llamarse octava rima.

¡Pobre Teresa! Cuando ya tus ojos
áridos ni una lágrima brotaban,
cuando ya su color tus labios rojos
en cárdenos matices cambiaban,
cuando de tu dolor tristes despojos
la vida y su ilusión te abandonaban
y consumía lenta calentura
tu corazón al par de tu amargura.

                                                 (José de Espronceda)


Octava Italiana: Formada por ocho versos de arte mayor de rima consonante, rimando el 2º con el 3º, el 6º con el 7º, el 4º con el 8º (debiendo ser esta rima aguda), y quedan sueltos el 1º y 5º. Llegó a la poesía española en el siglo XVIII, procedente de Italia. También puede llamarse octava aguda.

¡Silencio! ¡En el misterio de las tumbas
la eternidad esconde su destino!
Húndete, pensamiento, en el mezquino
lugar de corrupción.
Tus atrevidas alas impotentes
al alzarse aumentaron tu caída;
confúndete, ya está desvanecida
tu orgullosa ilusión.


                                   (Ángel María Dacarrete)


Octavilla italiana: Ocho versos de arte menor, con la misma disposición que la octava italiana.

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín;
bajel pirata, que llaman,
por su bravura "El Temido",
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.

                       (José de Espronceda)


Copla de arte mayor: Compuesta por ocho versos dodecasílabos, con rima consonante dispuesta de la siguiente manera: ABBAACCA. 

Al muy prepotente don Juan el segundo,
aquél con quien Júpiter tuvo tal zelo
que tanta de parte le fizo del mundo
quanta a sí mesmo se fizo del çielo;
al grand rey d'España, al Çesar novelo,
al que con Fortuna es bien fortunado,
aquél en quien caben virtud e reinado;
a él, la rodilla fincada por suelo,

                                                (Juan de Mena)


Décima o Espinela: Llamada así porque su estructura fue fijada por el poeta Vicente Espinel (S. XVI-XVII). Consta de diez versos octosílabos consonantes, con el esquema ABBAACCDDC.

¿Dónde está ya el mediodía
luminoso en que Gabriel
desde el marco del dintel
te saludó: -Ave María?.
Virgen ya de la agonía,
tu hijo es el que cruza ahí.

Déjame hacer junto a ti
ese augusto itinerario.
Para ir al monte del Calvario
cítame en Getsemaní.

                               (Gerardo Diego)




POEMAS ESTRÓFICOS


Determinadas combinaciones de los distintos tipos de estrofas, dan lugar a los poemas estróficos, de los cuales los principales son los siguientes:


Soneto: Estrofa de catorce versos endecasílabos consonantes, compuesto por dos cuartetos con la misma rima (ABBA ABBA), y seis versos que suelen formar dos tercetos (CDC DCD), aunque puede adoptar otras combinaciones. Llegó a la poesía española en el siglo XV, procedente de Italia, y a partir de ese momento se ha utilizado; llegando a adoptar otras combinaciones y variaciones como el sonetillo (de arte menor), soneto con estrambote (añadiéndole algunos versos a los catorce señalados),...

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

                                             (Francisco de Quevedo)


Canción: Poema con una estructura compleja, que varía según el poeta y la época. Básicamente se trata de una combinación de versos heptasílabos y endecasílabos en estrofas llamadas estancias. La distribución de la rima es a gusto del poeta, pero una vez fijada en la primera estrofa, ha de respetarla en todas las estancias siguientes. Su origen es italiano y llegó a la poesía española en el Renacimiento.

Esto, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.
Aquí de Cipïón la vencedora
colonia fue. Por tierra derribado
yace el temido honor de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es solamente.
De su invencible gente
sólo quedan memorias funerales,
donde erraron ya sombras de alto ejemplo.
Este llano fue plaza; allí fue templo;
de todo apenas quedan señales.
Del gimnasio y las termas regaladas
leves vuelan cenizas desdichadas;
las torres que desprecio al aire fueron
a su gran pesadumbre se rindieron.

                                                        (Rodrigo Caro)


Madrigal: Es una canción más breve con carácter amoroso.

Cubrir los bellos ojos
con la mano que ya me tiene muerto,
cautela fue por cierto,
que ansí doblar pensastes mis enojos.
Pero de tal cautela
harto mayor ha sido el bien que el daño,
que el resplandor extraño
del sol se puede ver mientra se cela.
Así que aunque pensastes
cubrir vuestra beldad, única, inmensa,
yo os perdono la ofensa,
pues, cubiertos, mejor verlos dejastes.

                                                   (Gutierre de Cetina)



Poemas con estribillo: Se llama estribillo a la repetición periódica de uno o varios versos a lo largo de un poema. Los principales poemas de esta clase son:

• Zéjel: Es de origen hispanoárabe. Es una combinación para cantar que apareció en la España musulmana. Consta de tres a dos versos (estribillo inicial), cantado por el coro; tres versos monorrimos de arte menor (mudanza) y un cuarto verso (vuelta) que rima con el estribillo. Estos versos eran cantados por el solista. Son todos versos de arte menor, aconsonantados.

Que no cogeré yo verbena
la mañana de San Juan,
pues mis amores se van.

Que no cogeré yo claveles,
madreselvas ni mirabeles,
sino penas tan crueles
cual jamás se cogerán,
pues mis amores se van.

                                    (Anónimo)


• Villancico: Composición similar al zéjel, incluso en algunas ocasiones confundido, que han quedado a lo largo de las épocas como denominación de un canto de carácter religioso y navideño. Consta de un estribillo inicial, mudanza y verso de vuelta. Son todos versos de octosílabos o heptasílabos, encadenados de la siguiente manera: un estribillo de tres o cuatro versos, un pie que consta de mudanza (una redondilla) ,y dos o tres versos de enlace que riman con el estribillo. Su estructura suele ser: a-b-b (estribillo) // c-d-d-c (mudanza) // c-b-b (enlace, vuelta con dos últimos versos del estribillo).

El perdido que es perdido,
por buscar a quien se pierde,
que se pierda, ¿qué se pierde?

Que se pierda, que os perdáis,
niño, cuando vos queréis,
pues por ganarme os perdéis
y tan cierto me ganáis.
Si el tiempo tan bien gastáis
en buscar a quien se pierde,
que se pierda, ¿qué se pierde?.

¿Qué se pierde (bien mirado)
si ha recoger ha venido
al más ganado perdido,
al más perdido ganado?.
Quien tan bien anda ocupado
en buscar a quien se pierde,
que se pierda, ¿qué se pierde?

                                        (Alonso de Ledesma)


• Letrilla: Denominación que aparece en el Siglo de Oro para todos los poemas con estribillo. Tenía como principal característica su tono burlesco o satírico. Son todos versos de arte menor aconsonantados, con estructura similar al villancico -incluso en algunas ocasiones igual- donde el estribillo suele ser más breve (dos versos), y el pie más largo (llegando incluso a diez versos). Su estructura suele ser. a-a (estribillo) // b-c-c-b-b-a (pie) // a-a (dos últimos versos de estribillo) // d-e-e-d-d-a (pie) // a-a (dos últimos versos de estribillo) // ...


Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

                (Francisco de Quevedo)


• Glosa: El tema suele ser expuesto en la primera estrofa (llamada texto) y desarrollado en las siguientes (llamadas glosa), repitiendo en éstas los versos de la primera. Son versos octosílabos aconsonantados, con la siguiente estructura, normalmente: a-b-b-a // c-d-c-d-c-a-e-a-e-a // f-g-f-g-f-b-h-b-h-b //... ó a-b-a-b // c-d-d-c-a-a-e-e-a // f-g-g-f-b-b-h-h-b // ...

¡ Si mi fue tornase a es
sin esperar más será,
o viniese el tiempo ya
de lo que será después...
Al fin, como todo pasa,
se pasó el bien que me dio
Fortuna, un tiempo no escasa,
y nunca me le volvió,
ni abundante ni por tasa.
Siglos ha ya que me ves,
Fortuna, puesto a tus pies;
vuélveme a ser venturoso;
que será mi ser dichoso
si mi fue tornase a es.

                       (Miguel de Cervantes)



POEMAS NO ESTRÓFICOS


Existen poemas cuya estructura no es la combinación de los distintos tipos de estrofas antes explicados, sino que tienen su propia estructura, sus características, y en sí forman un poema. Estos poemas son denominados poemas no estróficos, siendo los principales los que a continuación se especifican.

Romance: Junto al soneto, es el tipo de poema más empleado en la poesía española. Consiste en una serie indeterminada de versos octosílabos, aconsonantados en los pares y sin rima los impares. Su utilización comenzó en el siglo XV, y su origen, parece ser, está en la partición que se hacía de los versos de arte mayor en los cantares de gesta medievales. Dependiendo del número de sílaba que componga sus versos toma otros nombres; así los de versos heptasílabos se llaman romance endecha, los de versos hexasílabos romancillo, y sin son versos de arte mayor, romance heroico.

ROMANCE DEL PRISIONERO

Que por mayo era por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuando es de día
ni cuando las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.

                              (Anónimo)



Silva: Serie ilimitada de versos heptasílabos y endecasílabos consonantes, rimados a gusto del poeta, en la que pueden aparecer versos sueltos. La única condición es que las rimas no esté muy separadas. Es de origen italiano, y comenzó su utilización en la poesía española en el siglo XVI.

Pura, encendida rosa,
émula de la llama
que sale con el día.

¿Cómo naces tan llena de alegría,
si sabes que la edad que te da el cielo
es apenas un breve y veloz vuelo?.
Y no valdrán las puntas de tu rama
ni tu púrpura hermosa
a detener un punto
la ejecución del hado presurosa.

                                                      (F. de Rioja)



Versos blancos: Poemas cuyos versos tienen el mismo número de sílabas, pero no tienen rima.

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.

                                                               (Vicente Aleixandre)


Versos libres: Poemas sin ningún esquema métrico fijo ni rima intencional. Este tipo de poemas se basa en otro tipo de ritmo (disposición de las palabras, estructura sintáctica, figuras de repetición, ritmo...) que es único para cada poema. 

Sobre la nieve se oye resbalar la noche
La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces

De una mirada encendí mi cigarro

Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío

En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos
Y el viento

gime entre las alas de los pájaros

Las Olas Mecen El Navío Muerto

Yo en la orilla silbando

Miro la estrella que humea entre mis dedos.

                                                   (Vicente Huidobro)


Versículos: en la actualidad, el término versículo se suele considerar sinónimo de verso libre. Hay quien distingue el verso libre con predominio de combinaciones de versos de arte menor y de arte mayor hasta el endecasílabo, y el versículo, en el que predominan los versos de arte mayor.

Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.

                                                                             (Federico García Lorca)



Bibliografía

QUILIS, Antonio. 2001. Métrica española. Madrid: Ariel.
DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, José. 1985. Diccionario de métrica española. Madrid: Paraninfo.