FRASES DE GROUCHO MARX
- Una cita a ciegas puede convertirse en un cerdo con sombrero y un bolso de mujer.
- Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio.
- ¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
- Éstos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.
- Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota... Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.
- Nunca olvido una cara; pero, en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.
- Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!
- Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
- ¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?
- La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.
- La inteligencia militar es una contradicción en los términos.
- Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto cómo pudo ponerse mi pijama.
- La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien la enciende, voy a la biblioteca y me leo un buen libro.
- He pasado una noche estupenda; pero no ha sido esta.
- Debo confesar que nací a una edad muy temprana.
- O usted se ha muerto o mi reloj se ha parado.
- Partiendo de la nada alcance las más altas cimas de la miseria.
- La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados.
- Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
- Bebo para hacer interesantes a los demás.
- Solo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde "Sí", sabes que es un corrupto.
- ¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú.
- ¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación más grande.
- El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.
- Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro, probablemente está demasiado oscuro para leer.
- No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.
- El matrimonio es la principal causa de divorcio.
- Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.
- Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien.
- ¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!
- Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... Lo cual no dice mucho en mi favor.
- Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima... ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría!
- Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta.
- El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... Y luego ya no hay quien se lo quite de encima.
- No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual.
- ¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.
- - ¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? - Amo a mi marido. - A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca.
- Cásate conmigo y nunca más miraré a otro caballo.
- Perdonen que no me levante. (Epitafio, apócrifo, de Groucho)
- Mi madre adoraba a los niños. Hubiera dado cualquier cosa porque yo lo fuera.
- Si quisiera un centavo rompería la hucha de mi hijo -si tuviera un hijo-.
- Es una tontería mirar debajo de la cama. Si tu mujer tiene una visita, lo más probable es que la esconda en el armario. Conozco a un hombre que se encontró con tanta gente en el armario que tuvo que divorciarse únicamente para conseguir donde colgar la ropa.
- Dices que conociste a John en un ascensor, y mi pregunta es: ¿subía o bajaba? Esto es muy importante porque, cuando bajamos en un ascensor, siempre tenemos una sensación de vacío en el estómago que a veces puede confundirse con amor. En cambio, si subía, se trata de un caso claro de flechazo a primera vista, y también demuestra que John es un joven en periodo de ascenso. (De una carta a su hija Miriam)
- Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
- Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.
- En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.
- He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.