EL BARROCO: LA LÍRICA

1. CONTEXTO HISTÓRICO

El Barroco es una época que, en contraposición con el Renacimiento, destaca por un sentimiento de desconfianza, de pesimismo y de desengaño generalizado. Los Austrias (Felipe III, Felipe IV, Carlos II), dejan el gobierno de la nación en manos de ministros de su confianza, llamados validos, que gobiernan de forma ineficaz y con los que se extiende la corrupción. El estado se debilita, cae en bancarrota y termina perdiendo sus posesiones en Europa.

En lo social, las guerras, las migraciones a América, el hambre y la peste provocan una caída demográfica. La nobleza y el clero concentran una riqueza que no invierten en mejorar el país. Se produce, por lo tanto, un empobrecimiento general. El contraste entre pobres y ricos se hace cada vez mayor. Los campesinos son los que más sufren la crisis económica y la miseria arrastra a muchos hacia las ciudades, con la vana esperanza de mejorar su calidad de vida, viéndose en ellas abocados al ejercicio de la mendicidad o a la delincuencia.


2. LA LITERATURA

El pesimismo, el escepticismo y el desengaño se verán reflejados en la literatura. Para superar el sufrimiento, el hombre del Barroco mostrará un gran deseo de goce, tenderá hacia a exageración, al retorcimiento y los contrastes. Frente al clasicismo renacentista, el Barroco valoró la libertad absoluta para crear y distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en la expresión. Para lograrlo, recurre a un lenguaje ampuloso, retorcido y difícil.


Temas característicos

- Morales: se critica la ambición, el poder y el dinero
- La fugacidad de la vida
- La muerte
- El amor
- El desengaño
- La religiosidad
- La patria
- Los mitos clásicos


Tres corrientes estilísticas reflejan estos temas y caracteres: el conceptismo, el culteranismo y el naturalismo exagerado de la picaresca y la literatura satírica.


  • El conceptismo

El conceptismo incide, sobre todo, en el plano del contenido (en el concepto). Se caracteriza por el cultivo del ingenio. Los autores conceptistas se valieron de recursos retóricos, tales como la paradoja, la antítesis, la paronomasia, la metáfora o la elipsis. Su representante principal fue Francisco Quevedo.


  • El culteranismo

El culteranismo es una corriente principalmente poética, cuyo principal exponente fue Góngora, se preocupa, sobre todo, por la expresión y la búsqueda de la brillantez formal. Destaca por su estilo oscuro y difícil. Sus caracteres más sobresalientes son el empleo intensivo de metáforas e imágenes y la complejidad del lenguaje mediante el uso del hipérbaton, cultismos y neologismos.
Este culto a la forma responde al deseo de huir de la realidad cotidiana para instalarse en el universo artificial e idealizado de la literatura.


  • El Naturalismo

Lo feo y los aspectos más degradantes y desagradables de la sociedad irrumpen en la literatura a través de la picaresca y las sátiras.



3. LA LÍRICA


LECTURA PREVIA: DOS SONETOS SATÍRICOS DE QUEVEDO


1. Tras una primera lectura, busca en el diccionario las palabras que no conozcas.

2. Léelos de nuevo y delimita el tema y la estructura. 

3. Analiza el contenido, la rima y las figuras retóricas.

4. Escribe tu propio poema satírico.


                     I


A un hombre de gran nariz

Erase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado;

era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.

Erase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
las doce tribus de narices era;

érase un naricísimo infinito
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito.


                          II


La vida empieza entre lágrimas y caca,
luego viene la mu, con mama y coco,
síguense las viruelas, baba y moco,
y luego llega el trompo y la matraca.

En creciendo, la amiga y la sonsaca;
en ella embiste el apetito loco;
en subiendo a mancebo, todo es poco,
y después la intención peca en bellaca.

Llega a ser hombre, y todo lo trabuca;
soltero sigue toda perendeca;
casado se convierte en mala cuca.

Viejo encanece, arrúgase y se seca;
llega la muerte, y todo lo bazuca,
y lo que deja paga, y lo que peca.



TEMAS Y FORMAS


En la época barroca, la lírica muestra pluralidad de temas y formas. Sus variantes principales son:

- Poesía de tipo tradicional
- Lírica culta en versos castellanos
- Poesía amorosa
- Poesía moral y filosófica
- Poesía religiosa
- Poesía burlesca y paródica


PRINCIPALES POETAS DEL BARROCO


  • Lope de Vega

Lope de Vega (1562-1635), nacido en Madrid, expresó en sus versos sus sentimientos y vivencias personales. En su obra poética aparece reflejada su vida amorosa. También cultivó la poesía religiosa.


  • Luis de Góngora y Argote

Vida

Nació en Córdoba en 1561. Su padre era juez de dicha ciudad y madre pertenecía a una ilustre familia cordobesa. Góngora era el apellido materno. Se ordenó sacerdote a los cincuenta años. Residió algún tiempo en Madrid como capellán de Felipe III. Cuando murió el rey tuvo problemas económicos, se agravaron sus enfermedades y regresó a Córdoba. De aguda inteligencia, carácter orgulloso y muy seguro de su genio, se granjeó numerosas enemistades, entre ellas las de Lope y Quevedo. Su poesía es la búsqueda de la belleza mediante la creación de un lenguaje poético propio. Murió en 1627.

Obra

Su creación culterana más importante es la Fábula de Polifemo y Galatea, de tema mitológico, en la que narra el amor apasionado del gigante Polifemo por la ninfa Galatea. Otra obra en este sentido es Las soledades, poema incompleto en el que exalta la naturaleza.
Escribió numerosos sonetos en los que predominan las sátiras a sus enemigos, entre ellos Lope y Quevedo. También cultivó la poesía popular.

Estilo

Góngora, en su obra culterana, utiliza un lenguaje poético muy elaborado, difícil, muy culto, lleno de metáforas originales.


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  • Francisco de Quevedo y Villegas

Vida

Nació en Madrid en septiembre de 1580 y murió en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), el 8 de septiembre de 1645. Participó en la política de su tiempo, siendo consejero del duque de Osuna en Italia. Enemistado con el Conde Duque de Olivares, sufrió cuatro años de prisión en la cárcel de San Marcos de León. Quevedo es el prototipo del hombre Barroco. Cultísimo, ingenioso, pesimista, ácido y amargo, reflejó de manera admirable la decadencia política, el pesimismo y la amargura de la época en su obra.

Obra

Prosa: una novela picaresca, Vida del Buscón llamado don Pablos; obras ascéticas, filosóficas y políticas, como La cuna y la sepultura, Política de Dios; obras satírico-morales, como Los sueños.


Poesía: aparecieron publicadas después de su muerte en un libro titulado Parnaso español. Escribió poemas morales, patrióticos, religiosos, filosóficos, satíricos y amorosos.


Estilo

La personalidad literaria de Quevedo resulta muy compleja: se unen en él el moralista riguroso, el satírico de afilado ingenio, el lírico de pureza exquisita y el escritor político de ideas claras. Toda obra demuestra un increíble dominio de la lengua.


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4. UNAS CUANTAS ANÉCDOTAS DE QUEVEDO

- Un aprendiz de poeta se empeñó en leerle un par de sonetos que acababa de componer. Cuando acabó la lectura del primero, le dijo el maestro: "El siguiente será mejor". "¿Como podéis saberlo, si aún no lo he leído?", se extrañó el aprendiz. La respuesta de Quevedo fue la siguiente: "Sencillamente, amigo mío, porque es imposible que sea peor que el que acabáis de leerme".


- En una ocasión, el literato apostó con sus amigos una suma de dinero a que era capaz de ridiculizar a la reina (Doña Isabel, esposa de Felipe IV) echándole en cara su cojera. Al poco tiempo, fue invitado a una recepción en Palacio. Quevedo se presentó con una rosa y un clavel. Al acercarse a la reina, se las ofreció diciendo: "Entre el clavel y la rosa, Su Majestad escoja”.

- El mismo Quevedo también tenía un problema en el pie que le hacía cojear levemente. Felipe IV le solicitó que compusiera algún verso improvisado. El autor invitó al rey a elegir el tema del verso diciéndole: “Dadme pie Majestad”. El monarca, quiso aprovechar la frase para hacerse el gracioso y le alargó la pierna en alusión a su cojera, a lo que Quevedo le respondió:

“Paréceme, gran señor,
que estando en esta postura,
yo parezco el herrador
y vos la cabalgadura.”


- En otra ocasión, le pidieron que improvisara una cuarteta en la que interviniera la rima lápiz, que es de las pocas palabras en español que carecen de rima consonante. Inmediatamente Quevedo contestó:

"Al escribir con mi lápiz
he cometido un desliz.
Resulta que he escrito tápiz,
en vez de escribir tapiz."

- Se cuenta que se mofaba del rey, Felipe IV, y de la decadencia del Imperio con salidas como ésta: "Cuanta más tierra le quitan, más grande se considera.